Nudo Adriático Emiliano Gabrielli
En el artículo anterior, ya hemos visto cómo un nudo fuerte y muy fiable es la clave esencial para un éxito de pesca constante. Todo lo demás es secundario. No tiene sentido hablar de lugares de pesca, cebos o enfoques de pesca si no conocemos una serie de nudos específicos que pueden facilitar considerablemente la vida de los pescadores. Sería como matricularse en la universidad sin haber asistido a la escuela primaria, ¿no?
Todas las expediciones de pesca que implican grandes presas y duros «combates» contra ellas requieren nudos específicos que puedan atarse fácilmente con sedales de nylon o fluorocarbono de gran diámetro. Más concretamente, el fluorocarbono es más fuerte y denso que el nailon convencional y, por tanto, garantiza un mayor efecto antiabrasión. Además, como los sedales suelen tener un diámetro que oscila entre 0,60 y 0,90 mm, el fluorocarbono es más «delicado» que el nailon en aguas claras gracias a su mayor transparencia.
Hoy quiero enseñarte otro nudo de pesca útil que me gusta mucho: el Nudo Adriático. Cualquiera que me conozca sabe cuántas veces utilizo este nudo para manejar situaciones difíciles. El nudo Adriático puede hacerse tanto con sedal simple como con sedal doble. La secuencia de duros combates que he vivido a lo largo de mi carrera -contra grandes serviolas, pargos, atunes, meros, marlines y jureles gigantes (por nombrar sólo algunas de las presas más poderosas)- y que he finalizado con éxito con la ayuda de este nudo es muy, muy larga.
Las grandes presas siempre requieren nudos con una carga de rotura un 90% superior a la del sedal que el pescador puede atar incluso con líderes de gran diámetro.
Algunos consejos útiles en este sentido proceden de discípulos como los de caza mayor y jigging vertical.
El nudo que vamos a ver es extremadamente fiable, fácil de hacer e incluso bastante «bonito».
El nudo adriático es uno de los nudos más populares entre los aficionados a la caza mayor y a la deriva, generalmente utilizado para capturar grandes presas, como el atún rojo o el pez espada.
Algo parecido a un clinch invertido, este nudo es una variante del nudo del monje franciscano, cuyo nombre hace referencia a su uso por los monjes para lastrar los extremos de las cuerdas que utilizaban como cinturón. Como muestra la siguiente ilustración paso a paso, a diferencia del nudo de monje franciscano, en el que sólo son necesarias unas pocas vueltas, el Nudo Adriático presenta de 9 a 12 vueltas, lo que inevitablemente se traduce en una mayor eficacia. Cuanto mayor sea el número de espiras, más largo será el nudo. Por supuesto, ésta es una ventaja importante si tenemos que manejarnos con grandes presas, ya que hará que el sedal sea más resistente a la fuerza ejercida por los dientes del pez justo cerca de nuestro anzuelo, que es el punto más «débil» y, por tanto, más expuesto al roce con los dientes del pez.
Considerado generalmente como el nudo que ofrece la mayor resistencia a la rotura, el nudo Adriático garantiza una resistencia igual a casi el 99% de la carga de rotura del sedal.
Sólo necesitas un poco de práctica para hacer el nudo adriático muy rápido.
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